QUIERO CONTARTE UNA HISTORIA
Déjame contarte una historia
que puede si la escuchas con cuidado
cambiar tu vida,
abriéndote los ojos y revelándote
aquello que desde un principio
en el corazón de Dios estaba y llevó acabo.
No es una historia que yo he inventado
pues por el mismo Dios fue escrita.
En un principio cuando no había nada
cuando la oscuridad en si reinaba
Alguien poderoso con su Palabra
empezó a crear donde no había nada
Un firmamento tan grande, un mar
inmenso y profundo, incluso la vida misma
y al final, el sello dorado, el hombre
que con sus mismos dedos formaba
y para terminar le dio Su aliento
le hizo a Su imagen y semejanza
allí el Trino Dios estaba satisfecho
y en el jardín que El mismo preparo
allí, al hombre y a la mujer los puso.
Que privilegio para ellos fue
que el mismo Dios con ellos caminaba
y en gran intimidad ellos hablaban
La historia no termina aquí
pues alguien celoso los miraba
queriendo destruir aquella relación
e intimidad que allí reinaba
El ángel que ante Dios se reveló
busco oportunidad para que el hombre
buscara tristemente independencia
y en tal desobediencia,
perdiera intimidad
con aquel que tanto les amaba.
Más El,
que conocía lo que allí estaba pasando
no les dejo para siempre morir
en su pecado
pensando en la solución del hombre
mucho antes de que el fuese creado
y con Su Hijo amado lo había hablado
Y El Jesús, que vio al hombre perdido
dejándose destruir día a día por su pecado
tomo la decisión ante Su Padre
que El vendría a rescatar
y a restaurar
al hombre,
que allí en el jardín había pecado
Y un día, siendo Dios se hizo al hombre
el creador del universo,
no lo dudo por un momento
vino a la tierra y el mismo hombre
allí le maltrato
pero El aquí en la tierra se humillo
dejando Su soberanía allí en los cielos
con corona de espinas el hombre aquí le corono y a una
cruenta cruz le condeno.
Ese era el propósito del diablo
que quitándole el puesto al hombre
creyó que al mismo Jesús él destruyo
sin saber que en aquella cruenta cruz
la salvación del hombre, Jesús gano
trayéndole la intimidad con Dios
que en el jardín del Edén perdió
cuando al tercer día Jesús resucito
caminando día a día en esa intimidad
con aquellos que hoy en El confían.
Déjame contarte una historia
que puede si la escuchas con cuidado
cambiar tu vida,
abriéndote los ojos y revelándote
aquello que desde un principio
en el corazón de Dios estaba y llevó acabo.
No es una historia que yo he inventado
pues por el mismo Dios fue escrita.
En un principio cuando no había nada
cuando la oscuridad en si reinaba
Alguien poderoso con su Palabra
empezó a crear donde no había nada
Un firmamento tan grande, un mar
inmenso y profundo, incluso la vida misma
y al final, el sello dorado, el hombre
que con sus mismos dedos formaba
y para terminar le dio Su aliento
le hizo a Su imagen y semejanza
allí el Trino Dios estaba satisfecho
y en el jardín que El mismo preparo
allí, al hombre y a la mujer los puso.
Que privilegio para ellos fue
que el mismo Dios con ellos caminaba
y en gran intimidad ellos hablaban
La historia no termina aquí
pues alguien celoso los miraba
queriendo destruir aquella relación
e intimidad que allí reinaba
El ángel que ante Dios se reveló
busco oportunidad para que el hombre
buscara tristemente independencia
y en tal desobediencia,
perdiera intimidad
con aquel que tanto les amaba.
Más El,
que conocía lo que allí estaba pasando
no les dejo para siempre morir
en su pecado
pensando en la solución del hombre
mucho antes de que el fuese creado
y con Su Hijo amado lo había hablado
Y El Jesús, que vio al hombre perdido
dejándose destruir día a día por su pecado
tomo la decisión ante Su Padre
que El vendría a rescatar
y a restaurar
al hombre,
que allí en el jardín había pecado
Y un día, siendo Dios se hizo al hombre
el creador del universo,
no lo dudo por un momento
vino a la tierra y el mismo hombre
allí le maltrato
pero El aquí en la tierra se humillo
dejando Su soberanía allí en los cielos
con corona de espinas el hombre aquí le corono y a una
cruenta cruz le condeno.
Ese era el propósito del diablo
que quitándole el puesto al hombre
creyó que al mismo Jesús él destruyo
sin saber que en aquella cruenta cruz
la salvación del hombre, Jesús gano
trayéndole la intimidad con Dios
que en el jardín del Edén perdió
cuando al tercer día Jesús resucito
caminando día a día en esa intimidad
con aquellos que hoy en El confían.
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